¿Es seguro viajar a París?

Los atentados del pasado 13 de noviembre sumieron Francia en un caos absoluto. Tensión, rabia y miedo afectaron las principales cualidades de su capital: vida exterior, ocio y turismo. El presidente de la República Francesa, François Hollande decretó el estado de excepción para los próximos tres meses y su primer ministro, Manuel Valls, no descartó nuevos ataques al país.

¿Es seguro viajar a París?

Ante esta situación, es normal que te asalte una pregunta si tienes previsto visitar la región: ¿es seguro viajar a París? Lo mismo nos preguntamos nosotros el pasado jueves, antes de aterrizar en la ciudad. De nuestra experiencia, siendo pura opinión, diríamos que se trata de un lugar seguro. Os cuento cómo se está viviendo la situación a través de seis aspectos:

– Entrada al país

Control absoluto de pasaportes. Da igual si provienes de otro estado miembro de la Unión Europea o del extranjero. Todo el mundo pasa por la misma puerta y tiene que mostrar su documentación. Esto se traduce en largas colas y grandes tiempos de espera.

En nuestro caso, llegamos al aeropuerto de París Beauvais-Tillé. Un aeropuerto alejado de la capital francesa y con menor tráfico que los habituales de Orly o Charles de Gaulle. No obstante, estuvimos 45 minutos avanzando por la cola hasta llegar al control y 5 más esperando el visto bueno. Pero, sin duda, mayor control significa mayor seguridad.

– Moverse por las calles

Estos días no resulta extraño cruzarse una y otra vez con el ejército por las grandes plazas y avenidas de París. Filas de una decena de militares que pasean, arma en mano, dando vueltas por la zona. Y no son los únicos. También encontramos grupos de agentes de la policía nacional y los menos visibles de la secreta.

Por los Campos Elíseos, por Notre Dame, por el Museo del Louvre, por los Jardines de las Tuilerías, por Montmartre, por la Torre Eiffel o por la Plaza de la República. Hasta en los exteriores de aeropuertos y estaciones. Este ambiente se mezcla con luces azules y el sonido de sirenas por carretera. Grupos de 20 furgones policiales patrullan por las zonas más turísticas de París. Y de una decena de motos. Vigilancia extrema en las calles de la capital francesa.

– Edificios públicos

Revisión de mochilas y pasar el detector de metales. Éstas son las nuevas normas que tienen los guardias de seguridad de edificios públicos. Parar uno por uno a los visitantes, pedirles que muestren sus bolsos, que desabrochen sus chaquetas y comprobar que no llevan artículos peligrosos. Una rutina que se repite tanto en lugares turísticos como el Museo del Louvre o la Catedral de Notre Dame, como en los grandes almacenes Printemps o las Galerías Lafayette.

– Metro y tren

Esperando en la estación de metro Charles de Gaulle – Etoile, debajo del Arco de Triunfo observamos cuatro militares andando por el otro andén. Lo mismo nos pasa en la parada de Bir-Hakeim, delante de la Torre Eiffel. Mientras tanto, por la megafonía piden que se denuncie cualquier actitud sospechosa o bolsa abandonada. Un aviso que se repite cada dos minutos en cuatro idiomas diferentes: francés, inglés, español y alemán. Para que el mensaje cale en todos y bien.

Sin embargo, falta vigilancia en los accesos. A diferencia de los edificios públicos y lugares turísticos, no hay controles personales ni de equipaje. También es cierto que siendo miles los usuarios diarios del metro de París, de parar a cada uno, se retrasaría mucho el servicio y se crearían largas colas.

– Ciudadanos

“Aquí al centro no se atreven a bajar, con toda la vigilancia que hay”, nos dijo Inés cuando llegamos a su apartamento. “Eso sí, no os recomiendo visitar zonas conflictivas como Saint-Denis, si podéis evitarlo”, añadió.

Poco a poco, el clima de tensión entre los parisinos se va desvaneciendo y regresa la normalidad a sus vidas cotidianas. Vuelven a llenarse las terrazas, perfectamente climatizadas para combatir el frío, los niños salen de las escuelas a jugar en los parques y la gente coge el tren sin temor. Así lo demuestran las líneas 1 y 2 de metro, las que conducen al centro de la ciudad, llenas a cualquier hora.

– Turistas

Es cierto que el turismo se ha resentido de la complicada situación que vive Francia estos días. Sin embargo, ya vuelve a haber aglomeraciones en el Trocadero, en busca de un buen plano de la Torre Eiffel para inmortalizar su paso por París. También los tours turísticos se llenan de nuevo. El viernes fuimos veinte los españoles que recorrimos el centro acompañados de un guía. Nos contaron que el día anterior fueron veinte más. Poco a poco, la ciudad recupera su ritmo habitual, turístico y social.

INFORMACIÓN PRÁCTICA

París en el mapa

Cómo llegar

Aeropuerto Orly: no está conectado directamente a estación de RER (trenes regionales). Deberás tomar el Orlyval (tren automático) hasta la estación Antony del RER B. (12 euros, Orlyval + RER)

Aeropuerto Charles De Gaulle: tomar la línea B del RER (trenes regionales), 10 euros.

Aeropuerto Paris-Beauveais: tomar autobús directo a París (llega a Porte Maillot, donde se puede coger el metro). Sale de Beauvais 15-30 minutos después de la hora de llegada y de París 3h antes del vuelo.

Para más información, visita la web oficial de la Oficina de Turismo de París.