¿Eres de los que cree que a Italia sólo se llega en avión? Craso error. Existe también la posibilidad de surcar el Mediterráneo y plantarse en la isla de Cerdeña, en la cuna del Imperio Romano o en los coloridos pueblos costeros italianos.
Una alternativa idónea si buscas recorrer el país a tu aire y con tu propio coche. Pero, ¿es realmente cómodo y merece la pena? Esa misma duda nos asaltó en la mente y nos dispusimos a resolverla proponiéndonos un reto: pasar 48h a bordo de Grimaldi Lines, completando el círculo Barcelona-Civitavecchia y Civitavecchia-Barcelona. Aquí van las conclusiones:
Grimaldi Lines: una ciudad navegante
Créeme. Aburrirte durante el trayecto te será difícil. Sí, a Barcelona y Civitavecchia les separa un viaje de unas 20 horas. De entrada, los datos asustan y es inevitable que la pereza invada nuestro cuerpo y mente, pero existen distracciones para hacer el desplazamiento con Grimaldi Lines más ameno.
Nosotros combatimos contra el paso del tiempo en el gimnasio, empezando la operación bikini en pleno mes de marzo. Y tras correr en la cinta, pedalear un ratito en la bici estática y tonificar músculos en las máquinas, disfrutamos de un merecidísimo descanso en el spa: relajándonos en el hidromasaje o abriendo poros en la sauna.
Las comidas eran otra buena opción para hacer correr las horas en el buque de Grimaldi Lines. Y probamos las dos posibilidades que el barco ofrece: self-service y restaurante a la carta. Por cuestiones lógicas, los ingredientes de la mayoría de platos eran congelados, así que no te esperes un gran festín. Sin embargo, es verdad que la cocina del restaurante a la carta es más elaborada.
La experiencia nos pilló entre finales de invierno y principios de primavera, por lo que nos quedaron actividades en el tintero. Disfrutar del calor en la terraza, tomando algo en el bar o refrescándonos en la piscina.
Descubriendo las entrañas del Cruise Barcelona
Pasamos dos días viajando por el Mediterráneo. Aprovechamos para exprimir las experiencias y actividades del barco. Pero, ¿qué ocurría en el puente de mando mientras nosotros dormíamos, pasábamos el rato en el gimnasio y el spa, comíamos y cenábamos, paseábamos por la cubierta o tomábamos un té en la cafetería? Había cuatro personas dirigiéndonos a Civitavecchia primero y a Barcelona después: el capitán y sus tres oficiales.
Uno de ellos era Vitale Simone, con quien pudimos conversar para saber cómo se organizan en Grimaldi Lines. “El capitán está al mando en los momentos de mayor dificultad, como a la hora de hacer una maniobra al llegar o partir del puerto, o cuando pasamos por un lugar estrecho”, nos contó el tercer oficial. “Nosotros tres estamos el resto del tiempo, por turnos de cuatro horas: uno de 12h de la noche a 4h de la mañana, otro de 4h a 8h, y el último de 8h a 12h del mediodía, y la ronda vuelve a empezar”.
Nos lo contaba mientras observaba las múltiples pantallas encendidas ante sus ojos, que le informaban de los 25,6 nudos de velocidad a los que viajaba el barco y de la hora de llegada prevista, entre otros datos. Estábamos en el puente de mando, una inmensa sala con grandes vidrieras que ofrecían vistas privilegiadas del trayecto y del mar. La imagen de una virgen presidía la habitación. “Es Santa Anna, patrona de los marineros”, nos informó la comisario Cecco Anna. “Hay una en cada embarcación de la flota. La envía el propio señor Grimaldi cada vez que se bota un barco, es una decisión de la empresa para protegerlos”, añadió la directora de hotel.
Y es que a veces, sobretodo según la temporada, las cosas van mal dadas. Fue nuestro caso, que tuvimos un trayecto movidito. “Esta noche ha habido mucho oleaje y eso nos ha obligado a trazar una ruta alternativa. Normalmente podemos llegar a recortar media hora de viaje, pero hoy no ha sido posible”, reconoció Simone. De hecho, llegamos dos horas más tarde de lo previsto en la página web de la empresa.
De ruta por el Mediterráneo
Barcelona en España, Tánger en Marruecos, Túnez en Tunisia, Porto Torres o Olbta en Cerdeña, Livorno, Civitavecchia, Salerno, Brindisi, Ancona o Trieste en Italia, Palermo en Sicilia y Igoumenitsa o Patras en Grecia. La lista de destinos que ofrece Grimaldi Lines es extensa, permitiéndonos llegar a muchos puntos del Mediterráneo.
Existe, incluso, la posibilidad de unir varios recorridos para acabar haciendo un crucero por diferentes países.
Un barco de película
La historia de Ruggero y Gagè. El primero es un cocinero solitario y el segundo un cantante olvidado que debe viajar a Montevideo para actuar en un importante concierto que relanzará su carrera.
Es la trama de la película italiana Onda Su Onda, estrenada el pasado mes de febrero, cuyas escenas fueron gravadas a bordo del Cruise Barcelona, el barco de Grimaldi Lines en el que viajamos. “Estuvieron aquí, filmando en la cubierta, restaurante y en otros espacios del barco. Ahora la película se puede ver en los cines de Italia, y está teniendo éxito”, nos cuenta Cecco Anna.
Surcando las autopistas del mar
Tiempo atrás, la única manera de llegar a Italia con tu propio coche era conduciendo durante más de 12 horas, gastándote más de 300 euros solo en gasolina y peajes, y emitiendo grandes cantidades de CO2 a la atmósfera. A partir de 2001, gracias al Libro Blanco del Transporte presentado por la Comisión Europea, es posible reducir estas cifras significativamente.
Se empezó a hablar de las autopistas del mar, una propuesta de crear alternativas al transporte por carretera (sobretodo de camiones, aunque puede extrapolarse al coche también). Y esa otra opción consistía en trasladar los vehículos en ferris, convirtiéndolo en un transporte menos agresivo con el medioambiente.
INFORMACIÓN PRÁCTICA
Cómo llegar:
Los ferris salen desde la Terminal Grimaldi Lines de Barcelona (Tel. +34 902 532 333). Se encuentra en el Muelle de Costa, en el Puerto de Barcelona. Puedes llegar:
En coche:
Desde la Ronda Litoral, tomar la salida 21 Ciutat Vella (Paral·lel, La Rambla, Montjuïc, Port Vell). Una vez en la plaza de la Carbonera, continuar todo recto hacia el Muelle de Costa, dirección Montjuïc (deando atrás la Estación Marítima de Acciona Transmediterránea).
En metro:
Desde la parada de metro Drassanes (L3) o Paral·lel (L2/L3) se puede conectar con un servicio de bus que sale desde Portal de la Pau (Estatua de Colón lado mar, detrás del edificio de Aduanas).
En bus:
Conexiones diarias desde Portal de la Pau (Estatua Colón lado mar, detrás del edificio de Aduanas) con la Terminal de ferries Grimaldi Lines, tanto de ida como de vuelta). Horarios: lun, mar, jue, vie, sab: de 18h30 a 22h30. Mie: de 18h30 a 24h. Dom: de 8h a 16h y de 18h30 a 24h. Precio: 2€/pax.
Precios:
Desayuno: Estándar 2,5€, Business 5€
Comida/Cena self-service: Estándar 10€, Business 15€
Comida/Cena carta: Alrededor 20€
Gimnasio y spa (masajes no incluidos): 10€