¿Cómo elegir la mochila perfecta? ¿Cuánta ropa llevar? ¿Qué trucos usar para aprovechar el espacio al máximo? Todas ellas son preguntas frecuentes al cambiar la maleta por la mochila por primera vez. El motivo: ganar en comodidad por el tipo de desplazamientos previstos. Poder correr sin tener que arrastrar los trastos, ser libre de moverse por caminos de tierra sin morir en el intento y obligarse a llevar el mínimo equipaje con el chantaje personal de tener que cargarlo a cuestas.
Todas estas preguntas tienen tantas respuestas como casos existen. Evidentemente, cada destino requerirá de un tipo de artículos determinados (no es lo mismo irte a un país de playa que hacerlo a uno de montaña, ni viajar a un país tropical que hacerlo a uno polar, ni irse de Interrail que recorrer el Camino de Santiago), pero hay ciertos consejos que podrían valer fuese lo que fuese y te servirán para saber cómo preparar una mochila de viaje.
Cómo elegir la mochila perfecta
50 litros, la medida ideal
Hay quien dice que viaja con mochilas de 20 o 30 litros y les sobra. Otros que por si acaso se pasan de largo y escalan a los 70 u 80 litros. No obstante, la mayoría de personas coinciden en señalar que entre los 40 y los 60 se encuentra lo ideal. Por ello, optamos por elegir un intermedio. Suficiente para llevarte lo esencial sin elevar demasiado la balanza y guardando sitio para añadir lo que puedas traer a la vuelta.
Materiales resistentes
Obvio, ¿verdad? Ten sobretodo en cuenta que el tejido de la mochila sea impermeable. De este modo podrá llover sin que se acabe el mundo para ti. Imagina tu cara al abrir las cremalleras y encontrarte todas las piezas chorreando… ¡Una pesadilla!
Las cremalleras, a la espalda
Como tendrás que moverte por espacios abarrotados y con la mochila a cuestas, vivirás mejor despreocupándote de posibles robos. La manera más fácil de hacerlo es asegurándote de que las cremalleras queden pegadas a la espalda. Como si se tratase de una mochila invertida: la parte normalmente visible quedará escondida y la gente verá un saco sin aperturas. No está mal, ¿no?
Fácil apertura
Una de las cosas más importantes para tu día a día será sacar la ropa sin deshacer todo el petate y tener que volverlo a montar. Ganarás tiempo si te aseguras de que tu mochila de viaje puede abrirse completamente, no solo por la parte superior. De este modo, llegarás igual de fácil a las pertenencias de arriba que a las de abajo.
Cinturones y cintas acolchadas
No es solo una cuestión de comodidad (¡que también!), además ayudará a que la mochila tenga más estabilidad.
Los bolsillos, tu mejor aliado
Tanto si eres un obseso del orden como si lo tienes todo tirado, los bolsillos te irán de fábula. Poder colocar los billetes, el pasaporte y la guía de viaje en un rincón, la cantimplora en otro y los cargadores en otro espacio te ayudarán a ahorrar espacio y a dar con todo rápidamente.
Trucos para mochileros
Distribuye cada cosa según el peso
Entramos en un punto clave dentro del cómo preparar una mochila de viaje, pues la distribución será esencial para asegurar tu comodidad y estabilidad. Hay varias fórmulas para repartir bien el peso. Se recomienda que lo más pesado (zapatillas, botiquín, etc.) se coloque en la parte más cercana a la espalda o en el centro de la mochila. Si optas por lo segundo, deberás colocar lo más ligero debajo y el intermedio arriba.
Coge ropa para la mitad de días
Llega el momento de elegir la ropa y… ¿qué me llevo? Suele funcionar bien lo de hacer una primera selección y después quedarte con la mitad de artículos. Otra manera de seleccionar es imaginando que viajas la mitad de días de los que realmente te vas. Créeme, ahorrar peso es una cuestión fundamental cuando el equipaje pasa a formar parte de ti. Puestos a ser una tortuga, aligeremos al máximo el caparazón, ¿verdad?
Canelones para viajar
El espacio es otro dolor de cabeza. ¿Has elegido los 20 o 30 litros y no sabes cómo preparar tu mochila de viaje sin tener que lavar día tras día la ropa? Los canelones te salvarán. Debes enrollar todas las piezas como si fuesen rulos. Así te será más sencillo ocupar hasta el último hueco de aire.
Lleva una pastilla de jabón o busca lavanderías
Tener menos ropa que días de viaje supone un problema, pero tiene fácil solución. Principalmente, llevar en tu mochila una pastilla de jabón, por si en el peor de los casos te quedases sin ropa. De todos modos, lo mejor acaba siendo buscar una lavandería o pedir si ofrecen este servicio en tu alojamiento. Mejorará el tacto y el olor.
No te olvides del botiquín
Y no puedes marcharte sin cuatro elementos básicos de primeros auxilios ni algunos medicamentos que te pueden ir bien. Los problemas más frecuentes suelen ser los estomacales (diarreas, vómitos, etc.) por lo cual no estará de más llevarte algo que te ayude con ello.
¡Que no te abran la mochila!
Ya sabes que debes tener, en la medida de lo posible, una mochila con las cremalleras pegadas en la mochila. Pero también debes atarlas con un candado y más si las piensas facturar. Así te asegurarás de que nadie meta mano.
INFORMACIÓN PRÁCTICA
Nuestra elección
Capacidad: 51 L
Dimensiones: 35 x 56 x 23 cm
Peso: 1.08 kg
Precio: $169 (140€ aprox.)
¿Qué llevamos en la mochila?
Equipaje para una persona (18 días a Filipinas): 10 piezas de ropa interior, 9 camisetas, un vestido fresco, un mono, 2 pantalones de chandal y tres bañadores; chanclas y zapatos para las rocas; botiquin con Ibuprofeno, Paracetamol, Omeprazol (protector estomacal), Fortasec (corta la diarrea), Antihestamínico (para las alergias), Relec (antimosquitos), Primperán (corta los vómitos), suero oral (para no deshidratarse), colirio, Biodramina (mareos), Betadine en crema, además de tiritas, gasas, etc; una cantimplora, una toalla, un pareo, una linterna, una pastilla de jabón, bolsas de plástico herméticas, toallitas húmedas, pañuelos.