Sobrevolar a pie gargantas de hasta 100 metros, cargando adrenalina a cada paso y combatiendo el vértigo con la mirada al frente. Avanzar por un sendero centenario, labrado entre historias épicas y leyendas negras. Así se vive el Caminito del Rey, la joya del turismo activo en el corazón de Málaga. Una vía de tres quilómetros que desfila entre Álora y Ardales para dejar al viajero boquiabierto, sobre balcones diáfanos y puentes colgantes.
“¿Realmente es una de las rutas más peligrosas del mundo? Supongo que ahora que está reformado, será completamente seguro. Porque yo no suelo tener vértigo, pero… ¿y si…?”. El trayecto desde la parada del autobús lanzadera hasta la caseta de recepción de visitantes sirve de introspección. Las dudas, no obstante, se disipan tan rápidamente como uno puede abrocharse el casco. “Clic”. Pues vamos allá.
El Caminito del Rey da la bienvenida a lo grande. Dos cañones solo empezar. Vistas de infarto. Y escaleras arriba y abajo para calentar el cuerpo. Tras el paso por el Desfiladero de Gaitanejo y el Tajo de las Palomas, el miedo se evade y se apodera del caminante las ganas de vivir emociones fuertes.
El recorrido da una tregua al vértigo en la tercera etapa: el Valle del Hoyo. Un tramo que sustituye las pasarelas por senderos, lo árido por el verde y las alturas por tocar de pies en el suelo. De repente, el paisaje se transforma en un jardín del edén, repleto de árboles que acompañan el azul intenso de las aguas. Es cuestión de minutos. Y de vuelta a los latidos acelerados.
El tercer cañón del Caminito del Rey, el Desfiladero de los Gaitanes, resulta como el clímax de las mejores películas de acción. Lo tiene todo: un mirador con suelo de cristal que pone a prueba hasta al más intrépido, una cascada que arroja el agua desde las alturas y un puente colgante, movedizo y translúcido. Elementos imprescindibles para afrontar el tramo final con la certeza de haber vivido una experiencia bestial.
El Caminito del Rey: un hechizo histórico
Las imponentes vistas del Paraje Natural Desfiladero de los Gaitanes, con el río Guadalhorce avanzando entre paredes escarpadas, ante la atenta mirada de buitres y águilas, han atraído históricamente la atención de curiosos aventureros.
Acabado en 1905 como una pasarela que facilitaba el acceso de los trabajadores de la Sociedad Hidroeléctrica del Chorro, rápidamente se convirtió en un atractivo turístico. Y uno de los visitantes que recibió fue el monarca Alfonso XIII, que lo inauguró en 1921. Desde ese momento, pasó a identificarse este sendero como el Caminito del Rey.
La admiración por este rincón de la Costa del Sol se fue reduciendo al tiempo que envejecían las tablas que lo componían. El miedo engulló la ilusión y el sendero se convirtió en uno de los lugares más peligrosos del mundo. Tras varios accidentes, la Junta de Andalucía decidió cerrarlo al público en 2001.
Pero el Caminito del Rey cumplía todos los requisitos para convertirse en una de las actividades más emocionantes del país. En 2014, empezaron las obras de rehabilitación y en marzo del año siguiente se reabría de nuevo. Con nuevas pasarelas sobre las antiguas y barandillas completamente seguras, el peligro se esfumó, aunque persiste el espíritu salvaje de siempre.
INFORMACIÓN PRÁCTICA
El Caminito del Rey en el mapa
Cómo llegar
En coche
Es recomendable dejar el coche en alguno de los aparcamientos del Caminito del Rey y tomar el autobús lanzadera que conecta el acceso Norte (Ardales) y el Sur (El Chorro, Álora). Se puede aparcar en el Sur y tomar el autobús hasta el Norte, donde está la entrada o dejar el coche en el Norte y tomar el autobús al finalizar el itinerario. Cada trayecto cuesta 1,55 euros.
En tren
Existen trenes que cubren la línea Sevilla – El Chorro (32,20 euros) y Málaga – El Chorro (9,70 euros), o se puede tomar la línea C-1 que conecta Málaga con Fuengirola. La estación de tren se encuentra en el acceso Sur.
Precio de la entrada
10 euros. Se debe comprar la entrada con bastante antelación.
Horarios del Caminito
Abierto todos los días del año de martes a domingo. Cerrado el 1 de enero y 24, 25 y 31 de diciembre.
Duración del itinerario
Entre 3 y 4 horas.