Globotroter es una revista de viajes y estilos de vida. Sí, una más. Pero si nos preguntas, te argumentaremos que la nuestra es distinta por eso o por aquello. Claro, qué vamos a decir… Somos totalmente conscientes de que la competencia es abundante y de que existe gente muy buena. Así, tratamos de seguir la línea que ya han trazado los mejores, procurando evitar de caer en errores que nos hagan hacer un paso atrás. De algún modo, queremos dejar claro cómo trabajamos en la revista y a qué nos comprometemos. Por eso os presentamos este decálogo en forma de declaración de intenciones.
- No escribimos sobre destinos (para eso ya están las guías de viaje… o la Wikipedia), escribimos sobre sensaciones en ese destino.
- Nos corre el wanderlust por las venas. En lugar de gastar dinero para salir de fiesta o tabaco, lo reservamos para nuestro único vicio: viajar. Por eso…
- Nos marcamos un viaje al mes. No hace falta hacer grandes desplazamientos para descubrir rincones maravillosos.
- Practicamos el “yo me lo guiso, yo me lo como”: no opinamos sobre lugares donde no hayamos estado, los textos nacen de nuestro puño y letra, y las fotos surgen del objetivo de nuestra cámara.
- Como catalanes nietos de andaluces, somos muy buenos conocedores tanto de Catalunya como de Andalucía, y Almería en particular. Nuestro hogar es Cardedeu, en Barcelona, pero hemos veraneado toda la vida en Cóbdar, un pueblecito en la Sierra de los Filabres.
- Nos encantan las listas. Tratamos de construir artículos elaborados pero rápidos de leer, y ésta es una buena fórmula para conseguirlo.
- Somos creativos. Procuramos tener una revista de viajes actualizada (eso nos obliga a pensar nuevos temas cada semana) y competitivo (eso conlleva plantearlos de una manera original).
- Los viajes no lo son todo. No nos cerramos a hablar solo de las visitas imprescindibles, también somos amantes de la moda. Por eso los mercados siempre están en nuestro plan. Es una buena manera de conocer culturalmente un país y llevarse souvenirs útiles y auténticos.
- Interesados en la situación política y social del destino. Nos importa cómo viven los locales, cuáles son los rasgos que definen su comunidad y si se trata de un viaje seguro para el turista.
- El último punto os lo podemos escribir, pero solo lo constataréis tratando con nosotros. Y es que… ¡¡¡somos muy majos!!!